miércoles, julio 23

When everything made to be broken

Volví a casa. Volví a mi Villa Alemana querida. Pero tengo sentimientos encontrados, apenas me subí al bus sentí que no me quería ir del lado de mi querida Alejandra, que ella me necesitaba más que nadie, bueno quizá hay alguien más... (La manía de necesitar sentirme necesaria)
Sentí que nadie quería con ansias que volviera, que nadie me esperaba y que solo ella lloraba mi partida. A veces me pregunto porque las cirscuntancias nos separan. Siento que volví pero que he perdido tanto, también me enteré que otra amiga se fue para allá, por menos ese hecho sirvió para que volvieramos a hablar, lo único que me gustaría es despedirme de la manera que se debe. Hay tantos recuerdos que se van quedando, lazos que no se rompen a pesar de kilometros, de minutos, de horas, semanas, meses de silencios, que los rencores y los errores que cometemos se olvidan y que las circunstancias nos van separando contra nuestra voluntad.

A veces desearía dejar de pensar y que todo simplemente girara, girara.
Por las lágrimas que se evaporaron en ese bus, hoy quiero reclamar contra la vida, hoy no me quiero resignar, hoy no quiero asumir, como siempre , por hoy la melancolía y la nostalgia me envolverán y querré que todos esos recuerdos se hagan personas y vengan a buscarme para volver a revivirlos. Por esta noche la vida no es presente sino simplemente pasado. Por hoy me olvidaré de agradecer lo que aún me queda y querré reclamar por lo que he perdido.