sábado, julio 25

Ocho meses y un millón de momentos

Hace mucho tiempo que no escribía. Casi sería ocho meses. Abandoné este lugar porque me dedique a disfrutar cada momento y dejar de registrar, que la emoción y la memoria hicieran lo suyo. Que los acontecimientos se perdiera en el devenir del tiempo y las circunstancias. He vivido mucho durante todo este tiempo que estuve ausente de este blog, que como dice su nombre buscaba desenredarme. Encontrar la punta de la hebra y hacer una madeja. Logré hacerlo, estos meses han sido de tantas experiencias que he podido aprender mucho y me siento muy bien por eso. Una vez a manera de despedida, mi amiga bruja me escribió " te has vuelto comprensible a todo" y me dio mucho gusto que pensara eso de mi. Cada dia trato de darle sentido a esa frase. Cada dia se cruza una puerta para enfrentarse con un mundo mucho más grande que debemos de la mejor manera acomodarlo a nosotros mismos.
Felipe es el que me ha acompañado en la mayoría de las experiencias y debo confesar que estos meses me ha enamorado al punto que no me imagino vivir sin él. Se ha hecho parte de mi, de mi existencia, de mi ser. Ya no soltaría su mano aunque él me lo pidiera, sé que no habría razones que lo justificaran.
Y lo otro es la universidad, aprender y conocer el mundo del arte ha sido genial, adquirir conocimientos e ir comprendiendo poco a poco la razón de mi elección, porque mi vocación es el arte: Es la manera para comprender al mundo y la naturaleza humana.

Ha sido ocho meses intensos como a mi me gusta vivir, como Alicia diría que se debe vivir.

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